La Audiencia Nacional ha confirmado el procesamiento de una joven de Menorca investigada por propaganda yihadista, que, según las conversaciones intervenidas en la causa, fantaseaba con cometer un atentado.
La investigación la ha llevado el Juzgado Central de Instrucción número 2, que en junio de 2023 ordenó el registro de dos domicilios de la acusada en Ciutadella, así como otro domicilio familiar en Elda (Alicante).
Se trata de una mujer de 26 años, apátrida. Su hermano murió en 2016 en Libia tras integrarse como combatiente del Daesh, un factor que, a juicio de los investigadores, pudo influir en la radicalización de la joven.
En un auto del Juzgado Central se recoge que desde 2015 la procesada había ido radicalizándose, y que tras la muerte de su hermano continuó manteniendo contacto con los compañeros de éste, así como con personas investigadas en Alemania por pertenencia a organización terrorista.
Las pesquisas la sitúan como difusora de vídeos de propaganda yihadista a través de grupos de Telegram. Los investigadores constataron que habría captado al menos a siete personas, hombres y mujeres, a las que incluso daba instrucciones sobre cómo actuar para evitar ser detectados.
HABLABA DE ATENTAR
En esta línea, el auto del juez afirma que la joven se identificaba hasta tal punto con los postulados del Estado Islámico «que incluso llegó a plantear la comisión de acciones terroristas» por sí misma o animando a terceros. «Mostró reiteradas veces interés por chalecos y cinturones explosivos, por ciertos objetos de doble uso, como drones o una pulsera táctica con navaja oculta, y por el manejo de armamento», recoge el documento.
De hecho, en una conversación con otra mujer de su entorno mencionaba haber animado a un varón a ponerse un cinturón explosivo.
A ese mismo hombre le hablaba de su propia muerte diciendo: «Que Allah esté satisfecho de mí, me da igual todo lo que preceda a ese momento, que se trate de una bomba o de una cosa mala».
Y es que en otras comunicaciones la joven hablaba con admiración de miembros de su familia que habían muerto en combate, a los que se refería como «mártires», deseando ser ella «la siguiente».
«¿NO QUIERES INMOLARTE CONMIGO?»
Otra de las conversaciones incriminatorias sucedió cuando la joven animaba a otro hombre a rezar para entrar en el paraíso, advirtiéndole que éste «no es gratis». «¿No quieres inmolarte conmigo?», le preguntaba a continuación, para seguidamente recordarle que «en el paraíso hay muchas doncellas».
Las actuaciones también revelaron que la investigada adoptaba muchas medidas de seguridad para evitar que se detectara su actividad, como el borrado habitual de conversaciones comprometedoras, uso de un lenguaje convenido, nombres ficticios en redes, aplicaciones para dificultar que la rastreen e incluso la destrucción física de dispositivos.
Se practicó un registro en junio de 2023 en dos domicilios de Ciutadella donde los agentes encontraron un teléfono con restos de archivos incriminatorios –los originales los había borrado– y contactos en redes de propaganda yihadista.
En otro terminal en su domicilio familiar en Elda (Alicante) se hallaron miles de imágenes y vídeos con iconografía y propaganda de Estado Islámico, así como de sus medios de comunicación afines. Contenían llamadas a hacer la yihad y a la violencia explícita, «especialmente elaborados para el adoctrinamiento de sus consumidores», según el auto de la Audiencia Nacional.
El dispositivo albergaba también más de 150 ‘nasheeds’ –cánticos yihadistas– en los que, de forma explícita, se llama a la comisión de atentados, se ensalza a terroristas fallecidos y se anima a hacer la yihad. Muchos de ellos derivaban del Estado Islámico.
Con todo el material incriminatorio recopilado por los investigadores, el Juzgado cerró a finales del pasado junio la instrucción, dando pie a que la Fiscalía formule su acusación. La defensa impugnó esta decisión pidiendo el archivo de la causa, pero el recurso se ha desestimado, abriendo la puerta a que la joven sea juzgada.